lunes, 22 de octubre de 2012

El dibujo en cuestión

Comentario acerca de la charla realizada el 4 de octubre de 2012.
Por Juan Molina y Vedia


Fue muy interesante y abierta la serie de opiniones e impresiones personales que deja abierto el camino para futuras reflexiones que podremos intercambiar seguramente. Una cuestión que quiero remarcar, es las diferentes instancias en que el dibujo entra en nuestra habitual serie desde la idea inicial al ajuste y finalmente a la documentación para la construcción final.
Parece, que hay una tendencia al uso del dibujo manual, croquis de idea, y a al paulatino desarrollo y ajuste con la ayuda de la computación que es dominante en la elaboración de la documentación definitiva. Como es todo muy dinámico debemos pensar que esto es una situación dinámica a desarrollarse en el futuro con imprevisibles resultados.
Cada uno tiene una manera personal de dar forma a sus ideas, cosa que fue evidente en la forma en que varios relataron sus experiencias, incluso la influencia del lugar del pensar y la hora impensada en que una idea nos asalta y hay que registrarla cierta lentitud relativa de la computación, y en otras situaciones el caso inverso. Un verdadero enigma con múltiples soluciones posibles y válidas.
El dibujo de Viñoly para el concurso de la UIA, los de Soler, los de Ladrón de Guevara, son muestras de la intensidad de momentos privilegiados que aparecieron, entre otros en la exposición reciente, que remiten a otros de Aalto, Siza, Corbu, Wright, Otto Wagner, Baliero, y tantos más que tienen una intensidad que sólo el dibujo puede conseguir. Recomiendo ver el libro “Sobre el dibujo” de John Berger, publicado por Gustavo Gilli y recientemente comentado en Página 12.
Creo que debemos insistir en reabrir el tema que se planteó en 1956 con el remplazo de los cursos de dibujo del maestro Lorenzo Gigli y su reemplazo por los de Visión con todas sus luces y sombras.Por alguna razón el dibujo “a mano alzada” desapareció de nuestros planes de estudios, pero se conservó por la práctica incesante fuera de todo programa o materia. Y esa persistencia tiene sus profundas razones que debemos interrogar. Los invito, por e-mail a continuar el intercambio de opiniones e impresiones sobre este asunto.


Hasta pronto, saludos de Juan.


Juan Molina y Vedia